viernes, 8 de octubre de 2010

HACER HUELGA ES BELLO


Es el afamado maestro confitero Ferino Isla, creador del rico dulce pionono.




¿Qué tendrá la huelga que tantas pasiones desata? Cuando los sindicatos llaman a la huelga los patronos se irritan, los voceros a su servicio la demonizan, los cursis con acceso a los medios la banalizan, los políticos en ejercicio se incomodan y de modo abierto o subterráneo actúan para hacerla lo más difícil posible. La huelga desata emociones. Y las desata porque la huelga, entre otras cosas, pone en cuestión la autoridad de quienes la ejercen sobre los que trabajan. Es un acto de radical afirmación de la propia dignidad porque al decir ¡NO! Se está valorizando al individuo en cuanto se afirma como tal individuo en unión a la colectividad a la pertenece. Nunca una huelga sirve para defender un interés individual. Pero por eso mismo denuncia con la acción la injusticia de las condiciones de trabajo. No se trabaja para defender el trabajo, una paradoja, como con gran acierto ha mostrado Antonio Baylos. O lo que es lo mismo, no se trabaja porque se quiere que el trabajo sea tratado de otra manera.

Con esta huelga del 29 de septiembre los sindicatos se han convertido en lo más valioso de nuestra sociedad porque tratan de defender probablemente lo mejor que Europa ha producido en el siglo XX: el Estado Social y Democrático de Derecho. Un modo de entender la democracia que ahora mismo está siendo negado por las fuerzas del privilegio económico en un retroceso histórico aterrador. Hacer huelga (holgar no es lo bastante expresivo, ni huelguear existe en nuestro idioma) es gozar de un derecho fundamental de participación democrática. Como decía Bobbio, un serio problema de las democracias representativas es que son poco representativas. La participación de los comunes mortales en la toma de decisiones que afectan a toda la comunidad cada día es mas remota, como hemos visto estos días en que “los mercados” (es decir determinados grandes millonarios-inversores de carne y hueso) han puesto de rodillas a nuestro legítimo Gobierno…y este se ha plegado. Esa sombra de las democracias solo parcialmente se compensa a través de otras vías. Los mecanismos de concertación social, al permitir una mejor expresión de los intereses de los trabajadores, son una de ellas, por eso cuando se rompe el dialogo social y se aceptan las imposiciones “de los mercados” para reducir derechos de los trabajadores y aumentar el poder de los empresarios, no queda otro camino que la expresión directa de la voluntad de los oprimidos (si, de los oprimidos, no es un lenguaje arcaico) a través del derecho fundamental de la huelga. Pero es un derecho que cuesta, que hace salir al sujeto individual de su encierro privado para, al juntarse con los demás, llamar a transformar ordenando el desorden del mundo y, de ese modo, afirmar su desafiante presencia frente a los aparatos del poder. Se movilizan los afectos, los lazos de solidaridad y por ello, hacer huelga es bello.


Joaquín Aparicio Tovar
martes, 28 de septiembre de 2010

2 comentarios:

Christian dijo...

Dice usted, "Los mecanismos de concertación social, al permitir una mejor expresión de los intereses de los trabajadores".

Pues bien, teniendo en cuenta que amplios sectores de la poblacion no estamos representados, stricto sensu, por los sindicatos (por ejemplo, los recien licenciados, que no tenemos la menor posibilidad de encontrar trabajo) y que, ademas, hay un 7% de la poblacion afiliada a los sindicatos (uno de los niveles mas bajos de toda la UE-27), ya me dira que voz tienen los sindicatos.

Yo desde luego que no me siento identificado con ellos, por esas razones, y por otras diversas, que tocan el plano ideologico.

Tambien habla de que nuestro Gobierno es legitimo; y esto no podia ser menos cierto, si consideramos que la legitimidad no solo es la de origen (tenemos, una vez mas, el sistema menos representativo y proporcional de nuestro entorno juridico...¡¡¡donde con un 30% de los votos censados se consigue mayoria absoluta!!!), sino tambien la de ejercicio. Si considera, desde su catedra, que, con casi 5 millones de parados (incluyendo a los de los cursillos, etc.) y la mayor recesion de todos los paises de nuestra orbita, un Gobierno puede ser legitimo, APAGA Y VAMONOS.

Anónimo dijo...

¡¡¡Sucio bastardo, no borre mis comentarios!!!